martes, 7 de abril de 2009

Ratas


Era mediodía cuando María descubrió que sus hijos eran ratas. Aterrorizada, las encerró como pudo dentro del cuarto de estar, se quitó los guantes de goma y llamó a su marido al trabajo. "Sí, ratas, Juan, ratas enormes y peludas". Juan le había dicho cientos de veces que no le molestara en horario de oficina, pero al fin y al cabo los hijos eran de los dos, y ella realmente no sabía qué hacer con aquella habitación llena de ratas.

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