jueves, 23 de abril de 2009
Ricos en miserias y paraísos perdidos en el fin del capitalismo
Ricos en miserias y paraísos perdidos en el fin del capitalismo: no hay mal que por bien no venga. El derrumbe del capitalismo tal como lo conocemos hasta ahora está dictaminado. Los augurios de Santiago Niño Becerra y de otros tantos economistas críticos ... es muy probable que se vean obstaculizados a corto plazo por el flujo de endeudamiento de los estados y la compra con dinero público de agujeros negros de la industria y la especulación mundial. Pero hay algo que esta crisis ya nos ha traído para quedarse, algo que la sociedad occidental necesitaba como el agua, un vacío que la prosperidad y el consumo voraz parecía haber entrerrado: milagrosamente la crisis del capitalismo nos ha devuelto la conciencia de tener "paraísos perdido", la conciencia de la derrota. El territorio que este banquete de especulación que ha arrasado con las playas del sur y del norte dejará una riqueza inesperada de ruinas y paraísos a los que mirar con nostalgia. Como en las tierras del sur, ¡Absalom, Absalom!, de la misma manera que Faulkner veía en los ojos y las voces extraviadas de los negros el reflejo de un pasado de exclavitud de campos, mansiones y esperazas arrasadas, así las grúas abandonadas nos traen de vuelta los recuerdo de un paraíso de amigos para siempre, de carreras y bendiciones millonarias que nunca volverá y que, paradójicamente, nos ha hecho ricos en miserias y ha democratizado la derrota. Yoknapatawpha es Valencia.
Etiquetas:
Fragmentos aplazados,
Política,
Reflexiones del jardinero
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