domingo, 21 de marzo de 2010

Sexo, mentiras y cintas de vídeo en Canal 9





Parafrasear el film de Steven Soderbergh para titular las anécdotas jurídicas de RTVV no parece lo más adecuado. El relato introspectivo y personal del protagonista, que lleva su casa a cuestas en el maletero de un coche, cargado de cintas de vídeo con confesiones de mujeres a las que entrevista en su particular huida de sí mismo, no conecta demasiado con la narración con la que Josep Torrent y Lydia Garrido reconstruyen hoy en El País las delacaraciones ante el juez de unas periodistas denunciantes y presuntamente acosadas y del "sátrapa" director de personal de RTVV Vicente Sanz. En lo puramente literario... se percibe un cierto amaneramiento en el relato periodístico, que se agarra al género negro de la mano de la cita implícita y explícita de la exitosa trilogía de Stieg Larsson. Al margen de la sentencia final con que los jueces nos despierten de nuestro cómoda lectura "negra" de pasiones, bajos instintos y perversión de la función de servicio público en la televisión valenciana, ningún aspirante a periodista o cumunicador (hombre o mujer) debería dejar de leer este pequeño ejercicio de "imaginación" sustentada en declaraciones en sede judicial y reconocimientos de debilidades varias: las de la mentira son más que evidentes a la vista de los informativos de Canal 9... las del sexo estaban en los rumores, pero se han encarnado en la prensa escrita y ya veremos si en las sentencias. Los matices de esta tensión entre jóvenes periodistas que denuncian acoso laboral y sexual, y el todopoderoso amigo de sus amigos en la altas esferas del gobierno de la Generalitat tiene un destacado que no quiero dejar de pasar por alto. Vicente Sanz ha declarado, como buen aficionado al fútbol que hizo uso de los pases para el Mestalla que tenía como directivo de Canal 9 hasta hace solo unas semanas, que se refiere a la actual directora de Canal 9 Lola Johnson como "La Gacela" ó "Sisoco" (Sissoko, en su transcripción correcta). Las razones para su confianza con el personal directivo de Canal 9 quedan en el misterio, aunque quizá estén relacionadas con el paso de Johnson por la directiva del Grupo Tabarka, afin al PP, antes de su salto a la dirección Punt 2 y luego a los informativos públicos, quizá sólo sea el guiño de un gran aficionado al fútbol que echa de menos a un gran mediocentro defensivo que fue del Valencia C.F. Mientras, nos resignamos a seguir sufriendo las debilidades de las mentiras en nuestra dieta informativa diaria, e intuimos en la distancia y entre las señales digitales el olor a "sexo" que despiden las "bragas (y los calzones) en los cajones" de Canal 9.

lunes, 8 de marzo de 2010

MUVIM, un barco fantasma


Roman de la Calle ha hecho lo único que podía hacer después de la censura de las fotos de la exposición Fragments 2009 organizada por la Unió de Periodistes en el MUVIM: dimitir. Deja un barco al que se le ha cercenado el timón y las velas (siguiendo un símil que al PP de la America's Cup le va mucho). El MUVIM ha quedado a la deriva en manos de un regimiento de fantasmas censores con sede en la Diputación de Valencia, y en esas condiciones un director de museo no puede hacer nada, porque no hay dirección y porque no hay museo. Quede claro que los trabajadores del MUVIM sólo son víctimas de esta situación. Pero el Partido Popular ha convertido el MUVIM, con un gesto tan sencillo pero tan significativo, en poco más que un "tinglado" (siguiendo con el símil) de mercancías culturales en manos de diputados sin entrañas, amantes de gastar miles de euros en DJs (Rus) o capaces de descolgar fotos de una exposición con una llamada desde el móvil institucional (Enguix). En Canal 9 llevan años "descolgando" fotos y perpetrando un ataque contra el pluralismo y contra el derecho al servicio público televisivo de los valencianos. Pero, frente a la manipualción informativa diara, el espacio de reflexión y de debate que constituía el MUVIM era como un refugio minoritario y silenciado, aunque libre, de "espacio público", de comunicación crítica y reflexiva. Ahora no queda nada... solo un barco a la deriva en manos de los fantasmas del PP, en definitiva, un barco fantasma.

viernes, 5 de marzo de 2010

Fotografías peligrosas y censura en Valencia


El Gobierno de la Generalitat Valenciana ha ordenado la retirada, y la censura, de varias imágenes en la exposición organizada por el MUVIM y la Unió de Periodistes "Fragments d'un any 2009", (se pueden consultar las 10 fotografías censuradas, el conjunto de la exposición tras la censura, y el catálogo de la exposición). En concreto, se han retirado las imágenes donde aparecía políticos valencianos del PP, Aznar o el arzobispo de Valencia. El gobierno del PP en Valencia ha tocado fondo... la censura cultural, de la libertad de expresión y de creación es un gesto degradación democrática díficil de ponderar. Los responsables del MUVIM que han aceptado ese acto de censura y de manipulación deberían hacer examen de conciencia y abandonar el papel de comisarios políticos que han aceptado jugar en este triste hecho y dimitir. Pero la trayectoria de pensamiento único y domesticación cultural y artística viene de lejos y esto es sólo el colofón de una trayectoria. Un gran colofón.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Jóvenes esclavos para la recuperación económica


La CEOE ha puesto sobre la mesa un ejemplo de lo que para los empresarios es la reforma laboral: jóvenes con contratos por debajo del salario mínimo, sin cobertura social y con despido libre. El conflicto entre los que tratan de mantener estructuras de beneficio y las clases trabajadoras siempre reaparece cuando las crisis cíclicas del capitalismo tensionan el particular "estado de bienestar" acumulativo de las minorías pudientes. El conflicto siempre se refleja con el mismo síntoma: la explotación de los sectores sociales o planetarios más débiles. Los empresarios españoles han lanzado el globo sonda (del que hoy mismo se han retractado) para ver cómo cala en la sociedad española lo de definir a los jóvenes, de nuevo o como siempre, como el "target" de mano de obra barata: explotar a los jóvenes para mantener beneficios industriales. En realidad, el escenario empresarial es intentar con una mano dotase de nuevas exclavitudes, y con la otra aligerar las plantillas de adultos con sueldos dignos que mediante EREs se redesvían para englobar el colectivo de familias subsidiadas por un Estado cada vez más débil en lo político y más magro en lo económico. Tensionar los enfrentamientos sociales, y generacionales, es tan cíclico como las crisis; es la manera de controlar los niveles de plusvalía. Los jóvenes que han disfrutado de la "ilusión" de unas políticas públicas de juventud de entretenimiento o afirmativas se encuentran ahora con la triste realidad de que la inserción laboral debe pasar por contatos precarios, más precarios de lo que ya eran, y garantías sociales mínimas. Las políticas públicas de transicion juvenil retardada han generado un colchón de jóvenes de hasta 39 años sin cargas familiares, sin trabajo fijo, sobreformados o desformados que pueden nutrir sin problemas y sin exigencias la reestructuración y el abratamiento de las plantillas. Por ahí va el "sondeo" de los empresarios y los empujones de los defensores de las políticas liberales, neoliberales y ultraliberales que se agarran a la presión de los deudores globales que atenazan los Estados como el español para forzar cambios socioeconómico a la desesperada.