La banca se niega a que se haga público el destino de los fondos que el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero va a poner a disposición de entidades bancarias y cajas de ahorros a modo de "plan de salvación" ante la crisis económica y financiera. El tira y afloja entre la necesaria transparecencia de la gestión de los dineros públicos y el temor de los banqueros a desatapar sus vergüenzas parece que llevará a que esta opacidad sea sólo de manera transitoria, con el objetivo de impedir efectos "perversos" o no deseados; para que no se les asusten los clientes a los dueños del sector financiero. Cuando los datos que dan los medios de comunicación pueden ser de interés real para el bolsillo o la seguridad de los ciudadanos siempre surge alguien dispuesto a mitigar el efeto hipodermico que provoca el extraño miedo que nos embarga cuando la sociedad percibe que puede perder su dinero o, directamente ser estafada. En el año en que se conmemora el 70 aniversario de la emisión radiada de La Guerra de los Mundos, los banqueros saben bien de la posibilidad de hacer uso de los medios de comunicación como armas de "movilización" masiva. Quizá un informativo económico manipulado por la mano gamberra y perversa de Welles ayudaría a dar al traste con la torre de naipes que se ha construido en torno a la economía occidental. Pero los micrófonos están en manos de quien están y, por si a alguien se le pasa por la cabeza jugar a divulgador de datos comprometidos, la información también se mantiene bajo cuatro llaves. Nos queda la imaginación o la pesadilla para reconstriur cuál es el universo económico sobre el que se asientan los cimientos de nuestras vidas.
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