jueves, 8 de enero de 2009

Las miradas de Chacón en la Pascua Militar


La indumentaria que vistió la ministra Chacón en la pasada Pascua Militar cumplía con los requisitos de protocolo y tuvo el visto bueno de la Casa Real, sin embargo algo no resulto "funcional" en el chaqué y en el maquillaje de la joven ministra. La Asociación Unificada de Militares Españoles ha hecho publico un comunicado en el que se critica el modo en que se presentó la ministra en el acto público y exigiendo implícitamente que se ajuste a la "norma" de que las mujeres han de vestir de "largo" en este tipo de actos. El problema, en realidad, no estaba en la indumentaria de Chacón, el problema estaba en las miradas de la ministra, las que lanzó y las que provocó entre la "curia" militar. El significado simbólico de sometimiento que implica en el marco del teatro militar las normas de protocolo para las mujeres responde al esfuerzo de conservar la estructura de rangos sociales que se aplica a las relaciones de género en la sociedad actual. Sustraerse a esta norma supone, claramente, un gesto de desafío que es fácilmente contrarrestable mediante un acto de represión o de desprecio. El problema es cuando esta actuación, por el rango del que lo realiza, o por el contexto en el que se da, o por la capacidad y habilidad en su escenificación, genera una ruptura en el orden de las "miradas", de las prioridades gestuales, de las atracciones emocionales. Eso es mucho más inasumible para el poder y para la jerarquía bélica. De ahi que, lo que los militares no soportaran fuera la mirada de la ministra, la mirada de quien se ha liberado de la falda larga y pretende "marchar" en igualdad de condiciones... Tampoco les debió caer demasiado bien las miradas negadas por la ministra y que sedujeron a los jerarcas, sorprendidos y atraídos por un modelo de representación del poder para el que no están preparados o que, simplemente, no quiren asumir.

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