Bancaja ha alcanzado un nuevo acuerdo con la Hispanic Society of America para exhibir de manera temporal en su Centro Cultural de Valencia y en el Museo del Prado de Madrid otro grupo de obras, doce en concreto, del pintor valenciano Joaquín Sorolla que pertenecen a la institución. Se tratará de una continuación de masivamente visitada exposición Sorolla: Visión de España que se encuentra en itinerancia por diversos museos españoles. Me interesa reflexionar por la estrategia comunicativa con la que la caja de ahorros, estandarte financiero de la burguesía valenciana y del gobierno conservador que campea y reina sin oposición ni temor en la Comunidad Valenciana desde hace casi dos décadas.
La “visión” de España de Sorolla es el encargo institucional Hispanic Society of America, pero el resultado de Sorolla el panorama costumbrista y reducido de la complejidad del estado Español. Las imágenes representan la unidad territorial, la unidad en lo folclórico, la reducción a estereotipos vacíos y miniaturistas del paisanaje español. Quizá la dureza con la que se pintan alguno de los paisajes (Navarra, Castilla, Aragón... ) la dureza del trabajo y del contexto espacial maticen el “locus amenus” en el que convierte Sorolla a España. Las pinturas de Sorolla y las figuritas de Lladró nos aseguran que Valencia sea la reserva artística que vertebre una propuesta de España. Ensalzar al artista es una cosa, convertirlo en puntal ideológico para reconstruir la lectura y la representación del estado español es otra. Ensalzar más alla de la propuesta estética la mirada de Sorolla es lo que hay detrás de esta exposición . Eso y enquistar de nuevo la luz y las postales de Sorolla como el principal referente de la ciudad de Valencia. La obra de Sorolla se ha convertido en el eje conductor de una propuesta para comunicar la imagen de Bancaja y la imagen de Valencia a través de una España “sorollizada” y impresionada en una mirada bidimensional.
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