Ángela Merkel visita España (grande y libre) para explicar que estamos en el buen camino. Las y los compatriotas nos explican lo que nos espera en el sistema productivo aleman cuando viajemos para allá para salvar el paro (ojalá las Valkirias nos den placer por siempre). Las sirenas llaman a los jóvenes trabajadores que tengan un nivel medio del idioma germano (B1, B2, solamente, 800.000 buscan, no saben nada) y tengan la productividad asegurada y tatuada en el título de ingeniero, algó más eficiente que el visado en las fronteras de Schengen. ¿Crisis?, ¡que nos den crisis si el futuro es Alemania! Los medios de comunicación distribuyen la esperanza centroeuropea en las portadas, "no tenemos trabajo porque no sabemos alemán", ya lo sabíamos, lo demás son detalles sin importancia, nimiedades. Mientras el documental The Flaw nos recuerda que la crisis española se parece demasiado a las de EE.UU: allí los trabajadores del mediooeste abandonan sus casas (devuelven las hipotecas basura) para viajar al norte, más o menos lo de aquí. Nada nuevo bajo el sol. Al menos aquí nos queda una cultura "bárbara" con estado de bienestar (y pensiones más seguras) en la que exiliarse para siempre. Pensionados y amargados, pero productivos y a jubilarse a España (con sueldo alemán, perfecto). En Egipto, Túnez y Yemen los jóvenes han decidido luchar por otra vida, quizá porque no tienen donde ir (sin patera) o quizá porque llevan la memoria histórica del éxodo y están hartos de ser los esclavos. Aquí, a los jóvenes, se les invita a que se marchen o se expliquen en alemán. Arcadi Oliveres nos recuerda que todo es un problema de acumulación de lo material, tanto tienes, tanto pierdes, no tienes nada. La banca gana y dame crisis.
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