lunes, 23 de febrero de 2009

El final de los libros


Internet ha puesto en jaque el futuro de la mayoría de las industrias culturales, sobre todos las de soporte audiovisual. La música y el cine ya saben que sus días, tal como conocemos en la actualidad estos dos negocios, están contados. Los empresarios que sufren las consecuencias (principalmene las grandes multinacionales que llevan años viviendo de explotar monopolios y contratos leoninos) tratan de parar el tsunami aireando la situación con un sofisma que une el final de sus negocios con el final de la creación cinematográfica o musical. Nada más falso... con toda seguridad lo que dará de comer a los músicos y cineastas en el futuro no serán los contratos de las grandes industrias audiovisuales del siglo XXI. Sin embargo la reformulación del negocio no va hacer que desaparezca ni la creatividad ni el consumo de creación artística. Nuevos formatos y nuevas formas de consumo y de intercambio sostendrán los procesos creativos en muy poco tiempo... La industria está en vías de "reconvertirse", de igual manera que la imprenta o el libro de bolsillo cambiaron la forma de crear y de consumir las letras... los formatos digitales van definir de nuevo las relaciones entre la creación audiovisual y el consumo de sus obras. Precisamente también las "letras" están en un camino de no retorno en el que la creación y el consumo de los libros (edición on line, por ejemplo) se adecuarán inevitablemente más pronto que tarde a un realidad tecnológica que ya ha llegado, aunque los nuevos productos no terminen de convencer, no dejan de ser una tentación.

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