martes, 27 de septiembre de 2011

La crisis o el casino global


La crisis o el casino global. Como vemos en el análisis de este simpático "broker" que tenéis en el enlace... la cosa pinta bastos. Resumiendo lo llevamos diciendo hace tiempo: cuando España dejó caer el sistema industrial y productivo y nos pusimos en manos del dulce aroma y tranquilidad opiácea de la especulación, nos convertimos en candidatos a la Argentina del corralito... En realidad, la crisis es sólo una estrategia global para hacerse con los servicios públicos, las empresas públicas, las empresas valiosas (Repsol, p. ej), por supuesto la sanidad de todos los países donde todavía no es privada (la farmacia y la sanidad son el gran negocio legal (las drogas, tráfico de mujeres y las armas ya las controlan los sistemas financieros globales). A todo al que le hayan pillado, estado o persona, en la ruleta rusa de la economía enganchado a los créditos y sin liquidez, va listo... ha perdido en el Casino del Mercado y le toca dejar hasta la camisa. Dos reflexiones: ¿qué hacer con los pocos ahorros que nos queden? y ¿cómo salvar algo del estado de bienestar? Esas deben ser las grandes preocupaciones de los ciudadanos y ciudadanas... y lo que la gente va a hacer le 20-N es votar en España al lobo vestido de cordero, a los croupiers del Casino global en el que estamos metidos, encantados de repartir cartas marcadas con nuestros servicios públicos y ahorros en las apuestas.

2 comentarios:

  1. 1- ¿Por qué tenemos pocos ahorros? Si en 2008, en vez de creernos la patraña esa de que se divisaba el final del túnel o el rollo aquel de los brotes, con el despilfarro de los consiguientes planes (E, confianza, etc), nos hubiésemos dedicado a ahorrar, gastar menos, reducir administraciones superfluas, etc, otro gallo nos cantaría ahora. 2- El estado del bienestar es: salud y educación publica. Son irrenunciables y son nuestro futuro. De lo demás, podemos hablar.

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  2. La recetas de Keynes parecían la panacea, al menos un respiro... luego resultó que no (que desesperadico estaba Zapatero, con Merkel llama que te llama). En realidad, esas recetas eran quizá óptimas para un estado central que controlara la economía del país... El problema, quizá, es que el agujero de los gobiernos autonómicos y sus cajas lo han dejado todo en agua de borrajas. En todo caso, la magnitud del problema no lo arregla el keynesianismo y eso es lo que da miedo. De acuerdo en lo de los mínimos... Creo que le desmoche del estado social busca precisamente convertir la salud y la educación en negocio... al tiempo. Un saludo.

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