viernes, 18 de marzo de 2011

Sacrificios en Fukushima, petróleo en Libia


El accidente atómico en Fukushima tras el terremoto del día 11 de marzo (¿otro 11?) ha sacado a la luz del día algo más que los residuos radioactivos de sus reactores. El desastre nuclear ha sido provocado por el terremoto, pero también por la falta de planificación, de seguridad y de previsión para afrontar las consecuencias de la incapacidad tecnológica a la hora de controlar los procesos de reacción nuclear artificialemente provocados con fines comerciales. "Hasta la muerte" les recuerdan a los operarios que tratan de enfriar los reactores. La responsabilidad y las consecuencias de esa situación no se reparten por igual. Ante el "tsumani" de la radiación, la urgencia de las medidas de contención arrastran al individuo frente al colectivo; ¿supervivencia individual frente a sacrificio y solidaridad social?. No, conflicto de intereses. Cohesión social frente a conflicto material. El sacrificio de un colectivo/clase social (operarios) o de una casta (militares investidos de misión trancendental al servicio de la patria) para salvar el orgullo patrio, los intereses económicos de una empresa y a millones de personas de las consecuencias de la radiación. El sacrificio frente a la adversidad (aminoramiento del bienestar, sacrificios vitales ante el enemigo externo). En una sociedad postmoderna, avanzada, postindustrial (no postnuclear) cuando está en juego la vida, todo se convierte en un espectáculo informativo pero también en un dilema estructural. La memoria histórica nos recuerda que el progreso de occidente se ha sustentado en el sacrificio de los que "liquidaron" reactores en estado de fusión, conquistaron territorios de petróleo o abrieron las rutas comerciales con balanza de intercambio favorable. Tras Fukushima y ante una naturaleza (nuclear y sísmica) que se revuelve frente al calentamiento y la explotación sin mesura de sus recursos sólo caben dos opciones: o bien reorganizar las "funciones" sociales para prever los futuros sacrificios, o bien erradicar un modelo de explotación y de progreso que generan un conflicto desigual y exige sacrificios individuales masivos en favor de los intereses de unos pocos, dentro de los reactores, o en las guerras por el petroleo, en Tokio o en Libia. Modelos de sociedad, elecciones de sacrificios para la supervivencia como especie.

2 comentarios:

  1. Hola Gonzalo,

    Te recomiendo leer este emocionante y completo post sobre los liquidadores de Chernobyl: http://bit.ly/98SqkR

    El blog es uno de los más famosos de la red (ahora en www.lapizarradeyuri.com), con entradas muy muy completas y trabajadas. No sé de donde sacará el anónimo autor el tiempo para escribir tanto y de forma tan completa (incluso incluye bibliografía)... una pasada!
    Aunque es más bien divulgación científica, aveces se le escapa alguna historia así.

    Por cierto, parece ser que también es de Valencia.

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  2. En efecto, muy interesante. Se criticaba en hace décadas la opacidad informativa de las antiguas repúblicas soviéticas... en Japón mucha transparencia no hay. Gracias.

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