En la crisis finaciera, la información se ha convertido en el primer valor especulativo. La "verdad" finaciera se revela, como nunca o como siempre, como un constructo de ficciones y de ocultamientos. Los medios de comunicación de masas están al servicio de un relato construido a varias manos y sin autores omniscientes que permitan orientar al lector en el sentido de la trama... aunque siempre ganan los mismos, en eso el género de la novela negra no deja de ser el más buscado. Sobre la opacidad en el relato de la crisis y sobre el papel de la opacidad informativa, vale la pena leer las anécdotas de Xavier Vidal-Folch: Banqueros o hienas.
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