José López Jaraba, nuevo director de Radio Televisió Valenciana, ha tendido una mano a la pluralidad informativa en Les Corts. Su idea de cortar con la etapa del trajeado Pedro García es crear la figura del "defensor de la audiencia" y autorregularse un poco más en la manipulación de la realidad que ejecutan día a día en sus cadenas. José López Jaraba viene con la cara del poli-bueno en tiempo de crisis. Cuando parece que ya no queda capital para seguir comprando voluntades, ni presupuestos, ni ánimos de seguir con la construcción fastuosa del paraíso valenciano, viene a dar un baño de realidad que le repalde la trayectoria que ahora inicia. Un "defensor" de la audiencia, por mucha inocencia que nos quiera transmitir López Jaraba, no daría para tapar los meses y años de ignominia que ha sepultado cualquier rastro de credibilidad democrática en los medios del ente audiovisual público valenciano. La pregunta es si este gesto de chico bueno, de boyscout al rescate de las ancianas maltratadas por el canal del PP va a soportar la presión del aparato político de la Generalitat (léase Camps) que necesita, como sea, superar las salvas hipodérmicas y programadas con que los jueces y la oposición bajonean su imagen inmaculada de capitán de velero. La pregunta es cuanto tardará Camps en pedirle que "continúe la fiesta" con "gratificaciones mediáticas" espectaculares como una visita del Papa bien aliñada o un paseo en Ferrari por las calles cortadas del centro de Valencia para una audiencia que se nutre desde hace tiempo de este tipo de alimento sintético.
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