El planeta es un jardín visto por los ojos clarividentes de El Bosco. Los seres humanos se mueven entre mostruosidad y paraíso en una densa y empalagosa confusión en la que todos y todas tratamos de respirar día a día... Se hace difícil la comunicación, quizá porque los ángeles, los demonios y los seres humanos hablamos lenguajes diferentes.