La última película de George Clooney destripa las entrañas de la condición humana guiados por la historia de una campaña electoral que bien podría ser la de un expresidente demócrata amante de becarias (el guión esta basado en una obra de B. Willimon, "Farragut North", inspirada en su trabajo con Howard Dean durante la campaña presidencial). Cómo funciona la estrategia electoral, cómo se articula la maquinaria mediática alrededor de un proceso electoral. Ryan Gosling es un jefe de prensa joven y ambicioso empujado hacia la madurez en medio de un contexto de traiciones y juguetes rotos. Sobrevivir o perecer en la batalla por el poder es el mensaje cínico-niezscheano con el que nos regala esta historia de transción juvenil por vía de lo profesional. En este juego de derrotas que da lugar a la reproducción del poder representativo como un sistema selvático de ajedrez, dos secundarios de oro, Paul Giamatti y Philip Seymour Hoffman que son, quizá, la verdadera lección y el máximo placer de la hora y media de butaca. Si alguien quería una ayudita para rememorar las horas del congreso del PSPV en Alicante, o la campaña electoral de Arenas en Andalucía... puede cerrar los ojos y disfrutar de la pesadilla.
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