"Y si la bolsa sona, si la bolsa sona. Te pones los zapatos y te vas por Madrid. Con tu cola de gato y tus ojos de leona ..." Radio Futura.
El Papa ha venido a Madrid a defender su negocio... los dos que mantienen el balance de su multinacional: el cuidado de los agonizantes y la formación de los infantes abandonados. La obsesión por controlar el proceso de acceso a la vida y de salida de este mundo, por delegación divina, según ellos, tiene que ver, parece, con el interés por mantener sus posiciones en el mercado de la vida y la muerte. La eutanasia (o la muerte digna) y el aborto (el empoderamiento del la mujer sobre el proceso reproductivo) amenazan una extensa red de servicios y de instituciones religiosas dedicadas a cuidar de los moribundos y aprovisionar de nuevos cristianos y sostenidas con fondos públicos y con las aportaciones ingentes de sus afiliados. La principal misión de esa red son las labores reproductivas y conservadoras que sostienen el negocio. El marketing de los eventos y del turismo religioso convertido en escenificación y en cartón pluma lo pone la Jornada Mundial de la Juventud... el turismo religioso y de bajo coste convertido en baño de masas (como comentaba esta mañana Enrique Gil Calvo) y en puesta en escena para el mensaje dogmático y la arenga ideológica. Los viajes a Madrid, Roma o Valencia con cargo a los dineros y medios de comunicación públicos y las empresas patrocinadoras (socias) llenan cualquier plaza de fervientes gargantas y dóciles pancartas. A los del 15-M palos y el papel de Satán sin el que el miedo no tiene lugar.
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