domingo, 21 de febrero de 2010

Transparencia en la realeza y arquitecturas digitales opacas


Transparencia en la realeza o transparencia real frente a la opacidad digital. La Casa del Rey ha filtrado la información de que se dispone a hacer pública su agenda de actividades ("no todas, pero sí las de mayor importancia"!?) en Internet a través del soporte de los servicios de comunicación en red, redes sociales o web 2.0, que de las tres formas podemos definir los servicios que ofrecen Facebook, youtube, filckr... etc. El hecho de que una de las instituciones más opacas de la democracia (y la transición) española haya optado por el uso de estos servicios digitales para comunicarse con la sociedad y articular su imagen pública me ha hecho poner una sombra definitiva sobre el papel que las redes sociales están jugando en el terreno de la comunicación de masas. Cierto que estas redes han revolucionado las formas de comunicación interpresonal e intergrupal, pero me resulta sospecho el uso que pretenden hacer de ellas las instituciones sociales en sus relaciones públicas. De hecho, ¿cómo se entiende que una institución como La Casa Real, que se niega sistemáticamente a hacer visibles y transparentes sus funciones políticas y que no publica ni fiscaliza su presupuesto público, decida lavar su imagen y construir una fachada de transparencia a través de las redes sociales? La arquitectura de la red permite la construcción de procesos de comunicación complejos y abiertos, que difundan la información necesaria para hacer transparente las instituciones complejas, pero el uso que hace La Casa Real es tan sencillo como democráticamente cuestionable. Las redes sociales, o mejor dicho, los servicios mayoritarios utilizados y ofertados para la construcción de redes sociales, simplifican los procesos de comunicación haciéndolos más "masivos", pero más limitados en su capacidad de permitir el acceso a la información. Se ha dado el salto directo desde la utopía de la democratización digital de la información, a la realidad de la "reproducción" masiva de información sin valor político económico, sin pasar por el desarrollo real del acceso a la información. Simplificar las arquitecturas informativas, para simplificar la información que se traslada a los ciudadanos. Forzando el préstamos de W. Benjamin... posiblemente estemos ante la "información, en la era de la simplificación digital y técnica de las comunicaciones".

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