lunes, 31 de agosto de 2009
Pedro García deja Canal 9 como un gusano
Con un apoyo electoral masivo en las pasadas Europeas y unos sondeos que amenazan con mayorías absolutas sin fin, la vida de Francisco Camps (PPCV) ha tenido que pasar por el difícil trance de perder a uno de sus amiguitos más cercanos y trajeados coincidiendo con la reciente remodelación del gobierno de la Generalitat Valenciana. Pedro García ha dejado RTVV con una dimisión tan plagada de incógnitas como de interpretaciones. Prisa (EL PAÍS) lo vende como el éxito de su campaña de filtraciones de "corte y confección", como una consecuencia del caso Gürtel y sus ramificaciones valencianas... Los medios afines a los populares reflejan que Camps ha hecho una "limpia" allí donde era necesario... Los amigos son siempre más fáciles de despejar que los enemigos internos. Yo apunto otra lectura... Pedro, hombre joven y ambicioso, pringado de "amistad" hasta las trancas con el President, ha visto la oportunidad de dejar el cargo de libre designación en RTVV en el momento más alto de su ignominia, pero sin enemigos a las espaldas. No me creo que Camps, tan necesitado de cariño "huevero" y del calor de sus allegados, haya prescindido de un amigo tan fiel y de un compadre de cuadrilla tan bien vestido (cuadrilla de la que también forma parte Julio García, hermano y director del Circuito Ricardo Tormo, por cierto). La empresa privada va a recibir al ínclito Pedro García con los brazos abiertos gracias a sus incontables conocimientos de descontabilidad pública (curricularmente certificados por 900 millones de deuda en Canal 9) y gracias a su capacidad para la manipulación y corrupción informativa, algo tan valorado en estos tiempos de capitalismo desprestigiado y ciudadanos atenazados por el engaño y la especulación. Pedro ha sido tan útil en la televisión valenciana para la imagen de Camps como los bien ajustados trajes del sastre-Gürtel. Y ahora se marcha. El amiguísimo Pedro se va, con la misma polémica con la que llegó, saltando sobre la función pública de RTVV, con un beso en la boca y un lo siento... quizá sea el primero de los gestores del PP valenciano que percibe que el castillo de naipes de la política valenciana es tan brillante como endeble y que basta que una carta se descuadre de su pirámide para que muchos visiten los tribunales. El entrañable Pedro es joven, es listo, es periodista, y le ha visto las orejas al lobo entre las togas que han bailado para absolver (o mejor, no juzgar) los entresijos de sastrería del Palau de la Generalitat. En Canal 9 nos dejan a otro Redactor Jefe del ABC, José López Jaraba, curtido en Oriente Próximo y con la misma habilidad para construir el discurso liberal-cristiano que lleva en las venas el gobierno de Camps. Si un gusano abandona la manzana, significa que hay más, y quizá también que ya no caben dentro. Esa pena corre por las mejillas de Paco.
martes, 25 de agosto de 2009
New York bajo el suelo o la mirada negada al turista
Nueva York es una jungla de asfalto, nada nuevo bajo el sol. Una jungla peligrosa plagada de tentaciones... y plagada de subterráneos. El metro taladra las entrañas de la roca agusanando la manzana que milagrasamente se mantien en pie. La historia subterránea de NY es anterior incluso al transporte suburbano: las batallas raciales y sectarias que marcaron el siglo XIX se apoyaron en una red de galerías que todavía hoy conecta los profundos e insondables locales de fachadas iluminadas de Chinatown. Debajo de los neones, bajo las tentaciones frescas y sabrosas de perfumes y pestilentes sensaciones aromáticas, se intuye la vida subterránea de la cuidad, las cloacas infernales que sostienen la tentación. En esa identidad basada en las alturas y en los paísajes urbanos se percibe una lucha por salir de un lugar aparentemente ideal, ameno, un "hortus conclusus", acotado por dos ríos en el que los placeres que merecen sobrevivir a una existencia acotada se multiplican sin fin, entre jardines y junto al cuerno que chorrea abundancia a cada segundo. Entre el hedor de sus cloacas y los efluvios de ebriedad, o precisamente por ellos, también se reproducen experiencias únicas, las que hacen que merezca la pena visitar esta ciudad. Una semana da para poco, sobre todo si se pagan los peajes del "turista"; yo me quedo con el concierto de Jason Moran en el Village Vanguard, una caverna platónica donde este pianista tejano nos recordó que el jazz es experimentación y que está ligado indisolublemente a los sones africanos de los expatriados que pueblan la urbe... algunos de ellos, según dicen, en túneles subterráneos.
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