domingo, 3 de abril de 2011

China, comunicación y revueltas africanas


Llevamos meses observando el espectáculo mediático de la "revolución" democrática de países del medio-oriente, el Magreb y el África subsahariana. Nos hemos alimentado con la ilusión de una revuelta puramente política sustentada en la voluntad de los pueblos por emanciparse. El mero hecho de la que los medios occidentales focalicen con intensidad el mensaje en esa dirección, ya resulta sospechoso. Las coincidencias geopolíticas de países que comenzaban un alejamiento paulatino de sus ex-colonias con acercamientos a nuevos polos de poder planetario con las revueltas daban pistas para tener otra lectura. La abstención de China, Rusia, Alemania y Brasil en el Consejo de seguridad frente a el inicio de la intervención militar terminaron de dar luz. Hoy, varios medios afines a la "democratización" del África incipientemente orientalizada, se quitan la careta y dejan espacio para otra interpretación. Le Monde publica un amplio reportaje en el que analiza (yo diría que les refriega en al cara) cómo China se ha convertido en la gran perdedora de los cambios de régimen que podrían provocar varias de las revueltas africanas, pérdidas multimillonarias en contratos de infraestructuras y en explotación de recursos naturales que, paradójicamente, China habría firmado con gobiernos afines a occidente como Libia. En la misma línea, una entrevista profesor marfileño Jean Arsé Yao en El País nos desvela que: "con la llegada de Gbagbo (a Costa de Marfil) las cosas empezaron a cambiar. China, Rusia, Sudáfrica y Brasil han ganado mercado y restado poder a Francia que ve en Quattara a quien podría defender sus intereses". A estas alturas, de todo este empastre mediático de intereses, lo más inquietante es el papel de Alemania, supuestamente motor de un proyecto político y económico Europeo occidental. La geopolítica de las postguerras mundiales del siglo XX no parecen haberse despejado, tampoco las tensiones coloniales. En el Musée de la Reddition de Riems han puesto la bandera China junto con la de Francia, GB y USA, pero no parece suficiente para equilibrar las ambiciones globales.