domingo, 1 de julio de 2012

Valencia, fuego y extinción

En Valencia la fiesta no termina... es imposible detener una fiesta si la muerte llama a la puerta... porque el ruido de la orgía es necesaria para que no se escuche el rumor de la extinción. El fuego es la naturaleza desbordada. Alegoria de la extinción. Toc, toc... es la peste que avisa de que ya está aquí. En el fuego "la gente no da más, la gente está cansada, la gente debe descansar", dice un brigadista... "Somos impotentes, estamos haciedo todo lo que se puede, ni Cristo puede parar esto". A merced de la catástrofe "nadie tiene la culpa, nadie lo esperaba". Valencia, como un "hortus conclusus", se aisla dentro de una burbuja de aire acondicionado y terrazas playeras. En el exterior todo se quema, huele a cenizas, pero no lo suficiente.  Una llama de fuego que salta entre las copas de los árboles llama a las puertas del paraíso.

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