miércoles, 26 de mayo de 2010

Camps o una profesión política


En Valencia la política se ha convertido en el modo de vida de una enorme cantidad de profesionales adscritos al Colegio Oficial de "ser político" que se resisten a romper cualquier vínculo con la "cosa pública" si con ello pierden pie en el yacuzzi de la democracia, en la sauna permanente, en la molicie de las inercias. Camps es sólo una víctima de esta "escuela" que nos arrastra en el descrédito de lo público. No hay forma de reconstruir las formas de participación ciudadana y de rigurosidad en el servicio público y en la defensa del interés general con un cuerpo de representantes "colegiados" que viven su posición como una encomienda vitalicia, afuncional y desvinculada de los representantes. Francisco Camps ha hecho de esta perspectiva "apolítica", "amoral" y "amorfa" de desarrollar la representación pública un arte, y por supuesto su única manera de ser y de vivir (cosa que, a la postre, será más determinante que la faceta artística). Tan es así que, ante las evidencias de que el banquillo y el tribunal le espera con indicios sólidos de delito y ante las insinuaciones de que a la vista de los errores y de los deslices lo mejor sería dejarlo y dar paso a otros..., ante eso Camps ha contestado que "la fiesta no termina", no se va. Cómo gestionará esto Rajoy, es un misterio. En el aire queda el aroma a colonia cara y a trajes recién planchados que se entremezcla con el hedor de la descomposicón democrática. Ese modo de vida al que se aferra Camps es símbolo de esta comunidad valenciana de glorias a España. Camps caerá con sondeos dándole mayorías absolutas, prueba de que se le reconocen los méritos y la profesión, a pesar de los indicios de delito. Como siempre, se marchan los "buenos" y se queda Rajoy.

lunes, 17 de mayo de 2010

Camps, "modelo" de Rajoy

Al tiempo que Zapatero se suicida electoralmente y abandona el proyecto de cambio social que parecía abanderar; mientras Zapatero anuncia su preocupación por España arrastrado por el chantaje, o amenaza, o secuestro, o todo a la vez, de quienes poseen la deuda estatal; mientras Zapatero, como un Fausto que ha entregado sin rechistar su alma de "reformista" como prenda en un montón de contratos diabólicos que o no se negó a firmar o se negó a romper... mientras eso pasa, y en ese escenario, hemos descubierto que Rajoy tiene en Camps algo más que un "barón" autonómico bien vestido y con algunos problemas en la justicia por un tema de "cinturones". Rajoy ha demostrado que no se puede desvincular de Camps, porque Camps es el modelo. La respuesta de Rajoy ante las medidas de Zapatero fue digna de servir de ejemplo del dilema de Schrödinger, "las medidas son injustas e insuficientes", que se puede leer entendiendo que hacen falta otras medidas y que esas son injustas, pero también se puede leer interpretando que lo que se quiere decir es que "las medidas son injustas, aunque también y simultáneamente son insuficientes. Es decir, esto es injusto, pero me encanta la injusticia. Esta segunda lectura colocaría el pensamiento político de Rajoy más allá de la "física newtoniana" y en un terreno en el que sólo la acelaración de las particúlas nos puede dar luz o comprensión, y eso a medio plazo. Ahora bien, Rajoy se ha soltado y ha aportado algunas otras vías o medidas, estas sí, "justas y necesarias"... recortar el presupuesto de RTVE, el de los sindicatos y el de los partidos... a lo que añadió el recorte en las partidas destinadas a cooperación, o sea, al tejido asociativo. Es decir, el desmontaje económico de las instituciones que garantizan, todavía en este país, la existencia de un mínimo espacio público, de opinión pública, de pluralidad. Sobre esa base, la financiación del PP, la manipulación y desregulación de los medios audiovisuales (en manos de los poderes económicos) y la desarticulación de cualquier institución crítica emergen como alternativa; es, en definitiva, el modelo Camps que ha hecho de la Comunidad Valenciana la autonomía más desvertebrada y menos plural de todo el estado. Rajoy ya tiene modelo para salir de la crisis, se llama Camps, se llama Blasco, se llama Gürtel; Zapatero no tiene modelo... tiene miedos y "buenas" compañías.

jueves, 13 de mayo de 2010

España se hunde: Paco González se va


Algo se tambalea en la España, algo se hunde... La Cadena Ser suspende de empleo y sueldo a Paco González, total por largarles en la cara a los directivos de la cadena lo que piensa de ellos... que son unos "hijos de puta" (sic). Esta semana he tenido más sensación de debacle social por esta noticia que por la bajada de los sueldos de funcionarios... ¿Qué nos queda si nos quitan la alegría vacía y desmesurada de Carrusel Deportivo? ¿Qué será de este país si los especuladores de la industria audiovisual, los tiburones del negocio de la comunicación, no contentos con colaborar en desarmar los estados del bienestar (lo que queda de ellos) y los restos de pluralidad ideológica, hacen la limpia entre los mesías del circo radiofonico de masas. Paco González, ese impulsor de la ludopatía digital, ese machista amable con las guapas mujeres, ese homófobo inigualable en sus chistes, ese colega de falangistas declarados (Martín Petón levanta el brazo), ese compañero de juerga herziana con el que todos los españoles desearían largarse una noche de amigotes, ese amigo de sus amigos ... no te olvidaremos nunca (o sí). Todos los buenos se van... y se queda José Ramón de la Morena, vendiendo humo, y Manolo Lama, máximo exponente de la solidaridad del periodismos deportivo. En fin, algo se hunde.

martes, 11 de mayo de 2010

Más allá del ancho océano



En épocas de crisis, surge la necesidad de conquistar nuevos territorios, de romper fronteras, de fugarse. El terruño se hace pequeño y los recursos cercanos se agotan. Los horizontes se convierten en límites para el crecimiento, vital, cultural, económico... Aparece como inevitable abrir nuevos caminos. Eso parece haber pensado Garzón, acosado por las fuerzas del pasado nacionalguerracivilista e impotente para desasirse de las imputaciones que lo han sentado en el banquillo, ha decidido irse a la Corte Penal Internacional para abrir las fosas de otras dictaduras, ya que en España eso parece difícil, se quieren bien cerradas. Pero ocurre con esto, lo que con otras huidas, o exilios, en el fondo se busca el refugio en la otredad del más allá. La reciente versión de Alicia en el país de la maravillas, de Tim Burton, me ha parecido un poco también la relectura de un clásico infantil bajo el prisma de la huida, de la fuga. La Alicia que nos presenta Tim Burton es una adolescente inquieta que descubre que el mundo que le rodea es machista, retrógrado, opresor, mezquino, mentiroso... y tras un descenso iniciático a las cloacas del subconsciente decide actuar... y huye al "nuevo mundo", al nuevo mundo que su padre dejó entreabierto pero por descubrir. Alicia se embarca para abrir nuevos caminos, como si el camino cambiara su mundo, como si tras el camino el mundo fuera mejor, o con la esperanza de conquistar, cambiar, colonizar. Dejar atrás y olvidar. Quizá Garzón, tras el paseo por los infiernos de la España profunda, busque encontrarse más allá.